Tu grito de niña herida
Tejió lagrimas de vidrio
En el precipicio suicida
Que se escapa de tu limbo.
Mi alma se horroriza
Ante el reflejo desesperado
En las cuerdas del ahorcado
Que mi sangre inmoviliza.
O en el enorme vacío
Que separa allá en el puente
Las alturas de la muerte
Con la corriente del río.
Niña, separa tu albedrío
De tan negro pensamiento
Yo te mando con el viento
Mi amor y mi apellido.
Detén tu desventura niña
Detén tu lágrima de pena
Abraza la luna llena
En medio de las viñas.
Deja ahora soñar mi estro
En los caudales del río
Déjame llorar contigo
Todo el dolor y tu delirio.
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jueves, 9 de agosto de 2007
DETÉN TU GESTO SUICIDA
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