Monsieur James
A Manera de Introducción
Me he puesto a vivir en las esquinas de las cosas, dispuesto a desaparecer detrás de todos los muros. Escapar, ausentarme al primer síntoma de desamor. Prefiero reunirme, en esos momentos de desasosiego, con la música de la lluvia o el naufragio del viento en los malecones de mi alma. Prefiero hablarte soledad y evitar el atrevimiento de la ironía huyendo del efímero olvido. Dedicar mi versos a las cosas simples, tan simples como las piedras. Jugar con la velocidad de los ríos en la vertical caída de sus abismos. Pensar que no existes que fuiste sólo éso, una simpática corriente de aire tibio que inundó una noche mi cuarto de tus mentiras, de tus deliciosas mentiras. Tomar mi pluma y escribir tu nombre en las esquinas de mis cuadernos y pensar que:
En todas las esquinas
Hubo siempre un verso para ti
Y aunque yo nunca lo escribí
Por temor a tus espinas
En todas mis esquinas
Siempre hubo un verso para ti.
Si tu boca la acercaras
A mis labios mi doncella
Tu mirada sería estrella
En mis noches de bengala.
Y ese odioso y frío espanto
Que ha corrido por mis venas
No será más que una pena
Enredada aquí en mi llanto
Presentación
Allá por el año 42, un doce de diciembre exactamente vi la luz por la primera vez en un rincón del Carrascal, en Santiago de Chile. Me crié al interior de una familia en que el padre aportaba el sustento y la madre criaba a los hijos. Mi padre severo y adusto (su fisonomía exterior) y mi madre una sombra que parecía perderse en la inmensidad del silencio. Soy el segundo en el rango, Carlos, Gloria, Nory, Ximena y Victoria completan la lista de hermanos. Nory y Ximena , se quedaron en Chile, desafiando los horrores pinochetistas. Viví por 20 años en el Carrascal de entonces y sus rincones confundidos con sus veredas dieron vida a todas mis ilusiones. Estudié en un colegio inglés y privado algunas de mis preparatorias. Mis primeros paseos estudiantiles fueron "Lo Barnechea, El Arrayán..
En el Colegio. (A Ernestina Muñoz)
Me gustó recorrer mis calles, tus senderos, nuestro otoño; en sus veredas, melodías de las hojas, como pasos de crujidas esperanzas respondían a mis sueños. Y encaminé mis pasos por caminitos de aurora, y en el alba me pasé preguntándole a las hojas si, ¿acaso, es terreno el destino conque sueño? o si acaso, ¿vive sólo en las estrellas? ¡Dejad al buen Dios la inmensidad del cielo!, —contestáranme las hojas, y busca en la hermana tierra y en las espinas de las rosas, de las flores su misterio, y el misterio de las cosas— Salí a buscarte, y, entonces, entre fantasías juveniles y pasiones lapiceras , entraste en mi vida por colegios, acuarelas de mil colores, escuelitas de mis barrios, tus manitas de liceo y mis cuadernos, y el primer beso ¡Ah! mi primer beso, a, b, c, dario.
Mi vida oscilaba entonces entre mis amigos carrascalinos y mi quehacer estudiantil. Entre esos límites fui forjando mi personalidad y puliendo mi sensibilidad. Empecé a conocer la alegría de la inocencia y su despertar también alegre. Conocí las primeras tristezas y los primeros lagrimones adolescentes de un rechazo. Y empecé a dibujar silencioso, la orilla de todos los cuentos que hoy conforman y alumbran mi vida. Cómo un collar de cristales o esmeraldas, guardo con inmensa ternura, aquellos nombres femeninos que de alguna manera u otra me hicieron sentir diferente. En ese libro de vida hay páginas de exquisita emotividad. Cada uno de esos nombres es un capítulo infinito que aguarda su inesperado final.... Capítulo 1 Margarita Lagos, 2da. preparatoria en el “Guadalupe English School”.... ________________________________________ En uno de esos capítulos, como tú lo expresaste tan poéticamente, jugué al amor pero diferente de ti, creo que no perdí. Luego vino a mi encuentro el trabajo. Y con una irresponsabilidad enorme, dejé el Instituto Comercial y olvidándome de mis estudios (que nunca completé) me puse a trabajar. Seis años estuve laborando y formándome profesionalmente en “Vidrios Planos Lirquén S. A.” Durante esos seis años, adquirí otra familia y otros amigos exquisitos. Y, para variar, también me enamoré..... Después de mirarme en tantos ojos divinos, sentí ese deseo profundo de casarme. Había conocido a la chica de la que no hubiere querido separarme jamás. Tenía ella en aquel tiempo unos 20 años. Entre ella y yo se instaló muy rápidamente una hermosa amistad, si embargo yo luchaba y luchaba porque esa amistad tomara otro cariz. Nunca ocurrió. Los días pasan y otro día, con una sorprendente vertiginosidad, me sentí invitado a su fiesta de matrimonio. Dámaso, uno de mis mejores amigos de ese entorno, me dijo ... tienes que ser fuerte y es mejor que vayas... Ya veras que la verdad vista de frente es la mejor de todas. Te confieso que no tuve valor para ir a
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Tenía ya 30 años, entonces quise hacer las cosas rápidas, emulando inconsciente tal vez, esa vertiginosa invitación de otrora. Antes de cumplir mis 31 ya estaba casado. Once meses más tarde y luego del nacimiento de Cecilia (mi primogénita) junté mis pilchas y me vine a Canadá. Los primeros años en Canadá, es otro cuento. Nació Claudio y finalmente Pablo. Otro día, mi mujer decide volver a Chile, se había enamorado definitivamente. Y aquí me quedé junto a mis hijos, por eso te digo que no perdí. Ahora hago un aro, y espero que también me entretengan con un poco de vuestras vidas...
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1 comentario:
Gracias por este sentido y sincero fragmento de vida compartido, siempre he pensado que usted es un gran Poeta, pero un más alto maestro de vida.
Ahora hace eso evidente, con sencillez y una bella elocuencia, salpicada de perlas de poesía.
Hombre, gracias muchas por ello.
Un abrazo, maestro
Jesús Ademir Morales Rojas
Jaime, siempre me sorprendes y me deleitas. Sentir cada palabra de tu texto es sentir un poquito de tu ser... eres magnífico. Un placer leerte. BESOS
SorGalim Hernandez Chiliberti
Es una cascada, señor. Fluye increíble. Ha recreado con vida algo... Ningún lector puede desear algo más.
Es el mejor relato intimista que he leído, Jaime. Eres uno de mis maestros, sin duda.
Gracias por las letras, poeta.
Tengo que llevarlo a favoritos... No sé bién por qué.
SOMA
Don Jaime: seductor, aventurero, sensible, franco, enamoradizo, trabajador... POETA. Amigo gracias por compartir, y ciertamente: creo que no perdiste. Creo que uno nunca pierde lo que jamás tuvo. Un abrazo.
Ricardo Juan Benítez
Bravo me gusta ese pasearse por la vida de uno, si claro que te invitare a conocer parte de las mias
Un saludo
Sol
Maria Soledad Lanas Varela
Señor!
ninguna carencia en sus letras, todo relevante y explícito, dueño, y seguro de su quehacer literario!
Inmortal mi querido Monsieur!
Felicidad Segurado F.
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