Cortaba helechos y flores agrestes
Celeste se mostraba el infinito
Despreocupada del mundo entero
Recogía flores agrestes y helechos
La niña
Quería adornar su estado su vida,
Había encontrado el amor
Y menester era celebrarlo
Y que mejor que en un lecho
De flores agrestes.
Y preparó en la campiña
Su anhelo púber de ser mujer
Y espero santo momento
Hasta que en el firmamento
Se mostraron las estrellas
Y le hizo un guiño la luna.
La niña levantó los brazos al sol
Agradecida del amor
Mientras cortaba
Flores y helechos
Maduran ya sus pechos
Y se sintió agreste mujer
Allí en la campiña.
2 comentarios:
Hermoso tu poema, como le escribes a la mujer con esa delicadeza y dulzura que toda fémina agradece y disfruta al leerte.
Mis Saludos.
GabY
Esto es poesía?
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